El lobito no acaba de irse a bañar por mucho que su mamá loba le llame. Se pone desde las aletas hasta las gafas de bucear? ¡y solo es para ir a la bañera!
Artículos relacionados
Otros libros del autor
Vista previa: ¡AL AGUA, PATOS!
Esta web utiliza cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios mediante el análisis de sus hábitos de navegación. Puede obtener más información aquí o cambiar la configuración.