RUIZ DE LA PUERTA FÉLIX
En tiempos de fugacidad, en los que la emoción envejece antes de alcanzar la conciencia, es necesario que el individuo se decante por el ser en el mundo: encaminarse hacia la memoria. En los límites de la memoria se descubre el jardín japonés como una malla trascendente tejida con una ascesis y una estética que no parecen de este mundo. El jardín japonés se asemeja a la naturaleza en tanto en cuanto toma las formas y los elementos del paisaje. pero se aleja del exuberante y caótico mundo percibido. La naturaleza se evoca en el jardín japonés pero siempre intentando recrear lo sagrado.