LARRONDO, VALÉRIE
Según este cuento las mamás, de pequeñas, fueron unas santas. Jamás se metían el dedo en la nariz ni decían palabrotas ni tiraban de la cola al perro, ni pintaban las paredes con rotulador, ni tenían celos de sus hermanitos? ¿Se puede creer algo así? Hay que abrir este libro para averiguar la verdad.