Para conseguir sus ambiciosos propósitos, los ministros no dudaron en conspirar contra el rey. Pero el monarca tenía demasiados pájaros en la cabeza.
Artículos relacionados
Vista previa: PÁJAROS EN LA CABEZA
Esta web utiliza cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios mediante el análisis de sus hábitos de navegación. Puede obtener más información aquí o cambiar la configuración.